Cambios en la reproducción asistida para la mujer

Cambios en la reproducción asistida para la mujer

Cómo ha cambiado la reproducción asistida para la mujer, 40 años después del primer nacimiento de FIV.

El 25 de julio de 1978 nacía Louise Joy Brown, la llamada primer “bebé probeta”, el primer nacimiento obtenido por Fecundación in vitro. Y lo que ahora se considera un tratamiento de rutina en las parejas con problemas de fertilidad, hace treinta años supuso una auténtica revolución. Tanto fue así, que relegaron a un rincón del hospital el laboratorio de Fecundación in vitro donde se consiguió el primer nacimiento de FIV. Y la sociedad entonces era un fiel reflejo de lo que ocurría dentro de los laboratorios. Las parejas que recurrían a estas técnicas lo llevaban en secreto, como si la infertilidad fuera un estigma y las técnicas un pecado. Las mujeres necesitaban de un marido para poder embarazarse, y las parejas de mujeres, literalmente no existían.

Los especialistas en reproducción que llevamos trabajando en este campo mucho tiempo, entendemos cual es el calvario que tuvieron que sufrir las mujeres a lo largo de tantos años hasta conseguir vencer, no solo las trabas médicas, sino las sociales, ya que hubo de enfrentarse en aquella época a la oposición de la Iglesia, el Gobierno y los medios de comunicación.

En España, la Ley de Reproducción Asistida, la primera de Europa en 1988, y una de las más tolerantes, permite que una mujer, independientemente de su edad y condición, pueda acceder a las técnicas de reproducción asistida. Y es por ello que mujeres de todo el mundo acuden a nuestras clínicas a conseguir el embarazo que en su país tienen prohibido o, en el mejor de los casos, muy difícil.

Pero todo esto es ahora: mujeres que han pospuesto su maternidad por motivos laborales, mujeres que, por el contrario, quieren un hijo pero no ahora, y congelan sus óvulos para el futuro. Mujeres que no tienen pareja masculina (ni la necesitan), o con pareja femenina. Todas ellas pueden decidir cuándo y cómo tener un hijo. Pero no entonces. Aún a pesar de que la Ley española data de 1988, como antes comentaba, la sociedad, machista y conservadora, no ofrecía facilidades a la mujer que quería ejercer su derecho a la maternidad libremente.

Y son todas esas mujeres las que hacen posible actualmente que cualquiera de nosotras cuando y como queramos, sin la desaprobación de nadie, podamos elegir el momento de nuestra maternidad.

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