Un impresionante avance en el desarrollo embrionario humano

Recientemente se ha publicado una noticia, que, a mi modo de ver, es un avance importantísimo en el conocimiento del desarrollo humano: “Un modelo de embrión humano muestra una fase nunca observada de la vida”. La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), al frente del biólogo español Alfonso Martínez Arias.

Lo extraordinario de este trabajo es el desarrollo de un modelo embrionario para estudiar una etapa de la vida del embrión, la gastrulación, con el que entender como las células construyen un ser humano.

Pero ¿qué es la gastrulación?

En el laboratorio de Fecundación in vitro, los embriones pueden cultivarse hasta el día 5 ó 6, en el estado que se conoce como blastocisto, fase en la cual es transferido a la cavidad uterina.   En este momento, los embriones o blastocistos tienen dos capas embrionarias: epiblasto e hipoblasto. Cuando el embrión implanta, la masa celular interna del blastocisto sufre una serie de cambios que conllevarán finalmente a la formación del embrión propiamente dicho. La gastrulación es el proceso por el cual la masa celular interna del blastocisto se convierte en un embrión con 3 capas germinativas primarias: ectodermo, mesodermo y endodermo. Se forma una gástrula con 3 capas embrionarias, a partir de las cuales se diferencian los tejidos, órganos, sistemas y aparatos del organismo.

El ectodermo dará lugar a: Sistema nervioso, cerebro y médula espinal; epidermis, piel, pelo, uñas, glándulas sudoríparas y sebáceas; glándulas secretoras de leche, hipófisis; médula suprarrenal.

Mesodermo origina: Huesos, cartílago, músculo estriado, gran parte del músculo liso y todo el miocardio, sistema circulatorio, sangre, riñones, gónadas, cubiertas externas de los órganos internos, dermis.

Endodermo: dará lugar a los órganos internos del cuerpo, es decir, aquellos que forman el aparato digestivo y el sistema respiratorio, entre los que se encuentran la faringe, el estómago, el intestino, el hígado, el páncreas, la vesícula biliar, los bronquios, la vejiga urinaria, etc.

Conceptualmente, la gastrulación es un proceso transcendental pues en esta fase se consigue que desde un grupo indeterminado de células y con pluripotencialidad para originar cualquier tipo celular, se establezcan los esbozos de los futuros órganos en sus posiciones correctas y que las células se comprometan a sus destinos de forma prácticamente irreversible. Es probablemente la etapa más importante del desarrollo embrionario, ya que a partir de las tres capas u hojas embrionarias se generarán todos los tejidos y órganos del cuerpo.

Pues bien. El equipo del Dr. Martínez ha cultivado células de embriones humanos en el laboratorio añadiendo una molécula que hace que repentinamente comiencen a formar una estructura tridimensional viva. A los tres días se han formado la parte superior del cuerpo, con los precursores del corazón, los intestinos, los músculos y huesos del tórax, y la inferior, más pequeña. El modelo ya tiene los tres grandes tipos de tejido que son capaces de generar todos los órganos del cuerpo.

Este descubrimiento, además de permitir conocer cómo y porqué, las células forman unos órganos determinados y no otros, tiene además un potencial terapéutico extraordinario. Sin embargo, al mismo tiempo, me hace pensar en una serie de circunstancias que aún no puedo entender. O, mejor dicho, que me resisto comprenderlas.

¿Por qué estos magníficos grupos de investigación trabajan fuera de España?

En un momento como el que estamos viviendo, donde se repite hasta la saciedad la importancia que tiene la investigación en el desarrollo de una sociedad, vemos que las grandes mentes, las figuras que necesitamos, tienen que irse a otros países a desarrollar sus estudios y descubrimientos.

Y más aún. ¿Por qué no utilizamos para proyectos de investigación como éste, los miles de embriones que permanecen a la espera en los centros de reproducción asistida?

En el año 2017 el registro nacional de la Sociedad Española de Fertilidad notificó que hay almacenados más de medio millón de embriones congelados en las clínicas. Más de la mitad de estos, según el deseo de sus progenitores, están destinados a la investigación. A proyectos que, hoy por hoy, no existen.

Espero, con poca esperanza, que estas noticias abran las conciencias de quienes tienen en sus manos el futuro de la investigación en España.

 

 

 

 

 

 

 

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